OBJETIVO DEL VIAJE:
El territorio de los
actuales países de Iraq, Siria, Irán (en general, la región de Oriente Medio)
fue en la antigüedad una zona con actividad intensa en todos los aspectos
posibles; este recorrido tiene como objetivo presentar la evolución y las
transformaciones de los antiguos pueblos del valle fluvial de los ríos Tigris y
Éufrates, a través de la visita a distintos sitios relevantes en diferentes
periodos. El porqué de esta elección tiene varias bases: la primera, presentar
aspectos locales que resultarán relevantes a lo largo de todo el periodo de
interés (ca. 3.500a.C – 50a.C.) y que podrían verse como constantes en la
historia de la antigua Mesopotamia; la segunda, analizar la existencia de
influencias externas que lograron introducirse en la región a través de
guerras, invasiones a pueblos vecinos y migraciones desde zonas aledañas.
La riqueza cultural de
esta sociedad resulta de una ecuación mucho más compleja que un simple
localismo con ventajas agrícolas y comerciales. Obedece más bien a una compleja
interacción entre las ciudades dominantes, las rutas de comercio a través del
río y el desierto, el contacto con pueblos semitas y camitas, entre otros.
Pensar la complejidad cultural a través del tiempo es, en realidad, la principal
meta del viaje, generando un panorama a más grades rasgos.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
- Las dos primeras estaciones de este viaje son las
antiquísimas ciudades de Lagash y Uruk, del primer periodo sumerio y asociadas
al surgimiento urbano y el origen de la escritura. En estas estaciones puede
hablarse del origen y la consolidación de las primeras ciudades estado de estos
territorios.
- Luego de esta estación la siguiente parada es la
ciudad de Nippur situada más al noroeste de valle fluvial del río Tigris cerca
a la actual Bagdad, donde además se podrán conocer las colecciones públicas de
objetos de todos los periodos mencionados y ver templos de periodos más
avanzados (zigurats de mayor tamaño).
- Nínive es la tercera parada del recorrido y
resulta en una de las ciudades más importantes en términos comparativos, pues
logró permanecer en periodos más avanzados a la caída de Ur, incluso en el
periodo acadio.
- Esta estación del viaje regresa al río Éufrates pero
se acerca más a la región dominada por los pueblos semitas que ocuparían
regiones de la actual Siria aunque la ciudad esté en el actual Iraq. Esta
entrada de otros pueblos dentro de la región del Creciente Fértil va a
determinar los sucesivos dominios en periodos siguientes al final del Imperio
acadio.
- La última pero tal vez más importante parada del recorrido son las excavaciones arqueológicas de Babilonia, ciudad que incluso con distintos regímenes, se estableció como eje cultural y logró perdurar hasta poco antes del comienzo de nuestra era con la invasión de los persas.
MAPA DEL RECORRIDO
![]() |
Mapa del Recorrido: Descifrando a Mesopotamia: Una mirada a su evolución |
RECORRIDO EN IMÁGENES
![]() |
Escultura del gobernante Gudea de Lagash, 2150 a.C. Museo del Louvre, París. |
![]() Excavaciones en la antigua ciudad de Ur, lugar referido al origen de la escritura cuneiforme en la zona del Creciente Fértil. |
![]() |
Las puertas de Ishtar, reconstruidas en el siglo XX, son tal vez uno de los mayores referentes para los investigadores actuales sobre la antigua ciudad de Babilonia. |
HISTORIA
La región de la antigua
Mesopotamia se sitúa inicialmente en el valle fluvial de los ríos Tigris y
Éufrates donde a partir de los asentamientos agrícolas existentes se fundaron
las primeras ciudades y se consolidaron
los primeros centros urbanos, sin embargo, con el paso del tiempo la zona de
influencia creció enormemente y llegó incluso a las costas del Mediterráneo en
la actual Palestina y el Líbano. Este proceso presenta varias etapas: la
primera, dominada por los sumerios; la segunda, dominada por los acadios y la
tercera, la más tardía, marcada por la invasión babilónica.
En un momento inicial debe
darse un panorama inicial de desarrollo regional del valle donde gracias a las
ventajas geográficas se logró una producción importante que permitió el
excedente y la futura complejización de la estructura social. Existe registro
de asentamiento en territorio sumerio desde el periodo neolítico (6.500a.C) y
se sabe que para el 4.000 a.C. la producción de cereales alcanzó un excedente
que permitió el establecimiento de zonas urbanas como Uruk, que 800 años
después, permitió el establecimiento de sistemas de escritura y el desarrollo
de una clase sacerdotal definitiva en la estructura social. Este último
elemento es clave para entender el mito fundacional máximo de la Antigua
Mesopotamia, Gilgamesh, antiguo rey de Uruk que se sitúa alrededor del 2.700
a.C. y que protagoniza una epopeya que resumen bastante bien la mentalidad de
la época con valores que logran viajar en el tiempo incluso para encontrar
representaciones iconográficas en periodos posteriores (siglos VIII y VII a.C.)
(Kramer, pp.155-163, 1985). La escritura es, junto a la epopeya de Gilgamesh, el
paso fundamental de las urbes sumerias hacia sistemas más fijos de transmisión
y mejores formas de preservar la información, la escritura cuneiforme
evolucionó de formas pictográficas o formas más abstractas en periodos
posteriores y de sistemas de conteo y administración de recursos a usos más
sofisticados como sacros o poéticos. Otra de las fuentes importantes para la
investigación de los pueblos sumerios y posteriormente de las sociedades
asirias está en la construcción sucesiva de templos de importante tamaño donde
se resumen muchas de las dinámicas sociales del periodo. Aunque en momentos más
tempranos ciudades como Uruk o Ur estructuraban el centro de la vida, en
periodos posteriores su influencia llegó hasta ciudades como Assur, mucho más
al norte (Schmokel, pp. 101, 1975). Este periodo de consolidación de zonas
urbanas y de importantes desarrollos técnicos es seguido por el Imperio Acadio,
posterior a Sumeria pero no por eso un Imperio de quiebre, lo que se debe
anotar es en realidad una evolución cultural.
Para el 2.400 a.C. la ciudad
de Acad, gobernada por Sargon I conquistó sistemáticamente territorios sumerios
y conformó lo que sería el Imperio Acadio, políticamente más complejo que su
predecesor y lograría en parte cohesionar todo el territorio a través de un
ejército mucho mayor que no sólo implicó una convocatoria más efectiva sino
además, una producción de alimento que superó a la anterior e implicó también
mejores sistemas de riego para los cultivos y mejor control de inundaciones
(Pirenne, pp.205, 1951). Aunque gracias a la conquista acadia la lengua semita
logró imponerse como lengua oficial de los territorios, el sumerio se conservó
como lengua sacra dentro de los templos (Roberts, pp.99, 2005); esta hegemonía
duró varias generaciones pero posteriormente fue derrocada dando así lo que
será una menor diferenciación entre los pueblos de la Antigua Mesopotamia. Este
periodo incluye la caída de Ur en el 2000 a.C.
Finalmente, puede marcarse
un tercer periodo con la llegada de dominio babilónico que después de la caída
de las ciudades sumerias se estableció como centro simbólico de la región.
Alrededor del 1792 a.C. el rey Hammurabi unificó la región de Mesopotamia y
gobernó ciudades tan diversas como la reciente babilonia, Nínive, Nimrud y
Mari. Este imperio dominó la región por casi 400 años y sin duda su mayor
referente es el código legal de Hammurabi, hoy exhibido en el Museo del Louvre
en París, la talla de piedra incluye 282 artículos entre los que está la Ley
del talión (Champdort, pp.92, 1986); Babilonia logró un estilo de vida muy
sofisticado, en parte gracias al uso de mano de obra esclava que permitió la
construcción de palacios y templos, preservados incluso a la llegada de nuevos
invasores en periodos posteriores a la caída del Imperio babilónico (ca. 1.400
a.C.) (Gasche, pp.165, 1998).
REFERENCIAS
Champdort, Albert. Babilonia. Orbis. 1986
Gasche, Hermann. Changing watercourses in
Babylonia: towards a reconstruction of the ancient environment. Universidad de Chicago. 1998.
Kramer, Samuel. La historia comienza en Sumer.
Orbis. 1985
Pirenne Jacques. Les
civilisations antiques. Albin Michel. 1951.
Roberts J.M. Historia Antigua.
Blume. Barcelona. 2005.
Schmokel, Hartmut. El país de los sumerios: el redescubrimiento de la
primera alta cultura de la humanidad. Eudeba. 1975.