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lunes, 29 de septiembre de 2014

Descifrando a Mesopotamia: Una mirada a su evolución






OBJETIVO DEL VIAJE:



El territorio de los actuales países de Iraq, Siria, Irán (en general, la región de Oriente Medio) fue en la antigüedad una zona con actividad intensa en todos los aspectos posibles; este recorrido tiene como objetivo presentar la evolución y las transformaciones de los antiguos pueblos del valle fluvial de los ríos Tigris y Éufrates, a través de la visita a distintos sitios relevantes en diferentes periodos. El porqué de esta elección tiene varias bases: la primera, presentar aspectos locales que resultarán relevantes a lo largo de todo el periodo de interés (ca. 3.500a.C – 50a.C.) y que podrían verse como constantes en la historia de la antigua Mesopotamia; la segunda, analizar la existencia de influencias externas que lograron introducirse en la región a través de guerras, invasiones a pueblos vecinos y migraciones desde zonas aledañas.

La riqueza cultural de esta sociedad resulta de una ecuación mucho más compleja que un simple localismo con ventajas agrícolas y comerciales. Obedece más bien a una compleja interacción entre las ciudades dominantes, las rutas de comercio a través del río y el desierto, el contacto con pueblos semitas y camitas, entre otros. Pensar la complejidad cultural a través del tiempo es, en realidad, la principal meta del viaje, generando un panorama a más grades rasgos.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA



  1. Las dos primeras estaciones de este viaje son las antiquísimas ciudades de Lagash y Uruk, del primer periodo sumerio y asociadas al surgimiento urbano y el origen de la escritura. En estas estaciones puede hablarse del origen y la consolidación de las primeras ciudades estado de estos territorios.
  2. Luego de esta estación la siguiente parada es la ciudad de Nippur situada más al noroeste de valle fluvial del río Tigris cerca a la actual Bagdad, donde además se podrán conocer las colecciones públicas de objetos de todos los periodos mencionados y ver templos de periodos más avanzados (zigurats de mayor tamaño).
  3. Nínive es la tercera parada del recorrido y resulta en una de las ciudades más importantes en términos comparativos, pues logró permanecer en periodos más avanzados a la caída de Ur, incluso en el periodo acadio.
  4. Esta estación del viaje regresa al río Éufrates pero se acerca más a la región dominada por los pueblos semitas que ocuparían regiones de la actual Siria aunque la ciudad esté en el actual Iraq. Esta entrada de otros pueblos dentro de la región del Creciente Fértil va a determinar los sucesivos dominios en periodos siguientes al final del Imperio acadio.
  5. La última pero tal vez más importante parada del recorrido son las excavaciones arqueológicas de Babilonia, ciudad que incluso con distintos regímenes, se estableció como eje cultural y logró perdurar hasta poco antes del comienzo de nuestra era con la invasión de los persas.

MAPA DEL RECORRIDO

Mapa del Recorrido: Descifrando a Mesopotamia: Una mirada a su evolución


RECORRIDO EN IMÁGENES


Escultura del gobernante Gudea de Lagash, 2150 a.C. Museo del Louvre, París.



Excavaciones en la antigua ciudad de Ur, lugar referido al origen de la escritura cuneiforme en la zona del Creciente Fértil. 



A partir de las excavaciones hechas desde finales del siglo XIX, occidente produjo imágenes de cómo podría llegar a ser el aspecto de las sociedades sumerias y el arte Europeo se veo profundamente influenciado por este exotismo. Ilustración de Nínive hecha por Andrew Harlan.


Las puertas de Ishtar, reconstruidas en el siglo XX, son tal vez uno de los mayores referentes para los investigadores actuales sobre la antigua ciudad de Babilonia.  


HISTORIA



La región de la antigua Mesopotamia se sitúa inicialmente en el valle fluvial de los ríos Tigris y Éufrates donde a partir de los asentamientos agrícolas existentes se fundaron las primeras ciudades  y se consolidaron los primeros centros urbanos, sin embargo, con el paso del tiempo la zona de influencia creció enormemente y llegó incluso a las costas del Mediterráneo en la actual Palestina y el Líbano. Este proceso presenta varias etapas: la primera, dominada por los sumerios; la segunda, dominada por los acadios y la tercera, la más tardía, marcada por la invasión babilónica.   

En un momento inicial debe darse un panorama inicial de desarrollo regional del valle donde gracias a las ventajas geográficas se logró una producción importante que permitió el excedente y la futura complejización de la estructura social. Existe registro de asentamiento en territorio sumerio desde el periodo neolítico (6.500a.C) y se sabe que para el 4.000 a.C. la producción de cereales alcanzó un excedente que permitió el establecimiento de zonas urbanas como Uruk, que 800 años después, permitió el establecimiento de sistemas de escritura y el desarrollo de una clase sacerdotal definitiva en la estructura social. Este último elemento es clave para entender el mito fundacional máximo de la Antigua Mesopotamia, Gilgamesh, antiguo rey de Uruk que se sitúa alrededor del 2.700 a.C. y que protagoniza una epopeya que resumen bastante bien la mentalidad de la época con valores que logran viajar en el tiempo incluso para encontrar representaciones iconográficas en periodos posteriores (siglos VIII y VII a.C.) (Kramer, pp.155-163, 1985). La escritura es, junto a la epopeya de Gilgamesh, el paso fundamental de las urbes sumerias hacia sistemas más fijos de transmisión y mejores formas de preservar la información, la escritura cuneiforme evolucionó de formas pictográficas o formas más abstractas en periodos posteriores y de sistemas de conteo y administración de recursos a usos más sofisticados como sacros o poéticos. Otra de las fuentes importantes para la investigación de los pueblos sumerios y posteriormente de las sociedades asirias está en la construcción sucesiva de templos de importante tamaño donde se resumen muchas de las dinámicas sociales del periodo. Aunque en momentos más tempranos ciudades como Uruk o Ur estructuraban el centro de la vida, en periodos posteriores su influencia llegó hasta ciudades como Assur, mucho más al norte (Schmokel, pp. 101, 1975). Este periodo de consolidación de zonas urbanas y de importantes desarrollos técnicos es seguido por el Imperio Acadio, posterior a Sumeria pero no por eso un Imperio de quiebre, lo que se debe anotar es en realidad una evolución cultural.

Para el 2.400 a.C. la ciudad de Acad, gobernada por Sargon I conquistó sistemáticamente territorios sumerios y conformó lo que sería el Imperio Acadio, políticamente más complejo que su predecesor y lograría en parte cohesionar todo el territorio a través de un ejército mucho mayor que no sólo implicó una convocatoria más efectiva sino además, una producción de alimento que superó a la anterior e implicó también mejores sistemas de riego para los cultivos y mejor control de inundaciones (Pirenne, pp.205, 1951). Aunque gracias a la conquista acadia la lengua semita logró imponerse como lengua oficial de los territorios, el sumerio se conservó como lengua sacra dentro de los templos (Roberts, pp.99, 2005); esta hegemonía duró varias generaciones pero posteriormente fue derrocada dando así lo que será una menor diferenciación entre los pueblos de la Antigua Mesopotamia. Este periodo incluye la caída de Ur en el 2000 a.C.   

Finalmente, puede marcarse un tercer periodo con la llegada de dominio babilónico que después de la caída de las ciudades sumerias se estableció como centro simbólico de la región. Alrededor del 1792 a.C. el rey Hammurabi unificó la región de Mesopotamia y gobernó ciudades tan diversas como la reciente babilonia, Nínive, Nimrud y Mari. Este imperio dominó la región por casi 400 años y sin duda su mayor referente es el código legal de Hammurabi, hoy exhibido en el Museo del Louvre en París, la talla de piedra incluye 282 artículos entre los que está la Ley del talión (Champdort, pp.92, 1986); Babilonia logró un estilo de vida muy sofisticado, en parte gracias al uso de mano de obra esclava que permitió la construcción de palacios y templos, preservados incluso a la llegada de nuevos invasores en periodos posteriores a la caída del Imperio babilónico (ca. 1.400 a.C.) (Gasche, pp.165, 1998).

REFERENCIAS

Champdort, Albert. Babilonia. Orbis. 1986
Gasche, Hermann. Changing watercourses in Babylonia: towards a reconstruction of the ancient environment. Universidad de Chicago. 1998.
Kramer, Samuel. La historia comienza en Sumer. Orbis. 1985
Pirenne Jacques. Les civilisations antiques. Albin Michel. 1951.
Roberts J.M. Historia Antigua. Blume. Barcelona. 2005.
Schmokel, Hartmut. El país de los sumerios: el redescubrimiento de la primera alta cultura de la humanidad. Eudeba. 1975.






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