OBJETIVO DEL VIAJE
Egipto es, sin duda, una
de las civilizaciones más relevantes del mundo antiguo y uno de los referentes
esenciales para el estudio del mundo clásico y en consecuencia, de Occidente.
Si bien no hace parte estricta del mundo grecorromano, tuvo numerosos vínculos
con distintos pueblos Mediterráneos e hizo grandes aportes técnicos durante
miles de años. En este recorrido se pretende hacer una introducción al Antiguo
Egipto a través de sus aspectos más generales en términos de ubicación
espacio-temporal, formas de gobierno, aspectos religiosos y una breve reseña
histórica. Para ello se plantearán distintas paradas a través del valle fluvial
de río Nilo, eje de toda la civilización egipcia; se tendrán en cuenta los
límites más relevantes: al sur, Abu Simbel; al norte, las ciudades del delta.
Estructurar un panorama
general del Antiguo Egipto permite conectar más zonas del creciente fértil con
recorridos anteriores a través de Mesopotamia; los pueblos camitas que
conformarán luego Egipto, parecerán aparentemente aislados pero tendrán
diversas conexiones comerciales con Fenicia y Creta al norte, al este atravesando
el Suez hacia el Sinaí y con Nubia al sur, con quiénes también tendrán una
tensión política constante y una serie de invasiones en distintas dinastías
(Gimeno, 2008, pp.36). Esta idea general ampliará el origen de la escritura y
será la clave para comprender la fascinación Europea durante la época del Imperialismo y el
imaginario orientalista que luego será interrogado por Edward Said en momentos
más recientes[1].
Aunque desde siglos anteriores ya existían imaginarios sobre Egipto (usualmente
asociados a lo místico y lo esotérico), fue el descubrimiento y la traducción
de la piedra Rosetta lo que dio origen a un estudio mucho más académico de los
vestigios arqueológicos y las obras de arte antiguo a través de la disciplina
formal de la Egiptología en las universidades y museos más prestigiosos de
Occidente.
RUTA DEL VIAJE
1. La primera parada del recorrido se
ubica en el Monumento de Abu Simbel, originalmente construido por el faraón
Ramses II (ca1.300a.C.). El monumento fue trasladado en 1968 para su
conservación consecuencia de la construcción de la represa de Asuán. Este
monumento, que se localiza en la región de Nubia es la muestra de la victoria
egipcia y demuestra la compleja relación entre nubios y egipcios a lo largo de
todo el Imperio.
2. La segunda para es la región de Asuán,
frontera sur del Imperio Egipcio durante largo tiempo, si bien la ciudad se ha
transformado con la llegada del cristianismo y luego de Islam, y resultó de
gran importancia militar y comercial. Fue famosa no sólo como ona de frontera
sino además porque cuenta con importantes canteras de piedra usadas para los
monumentos y porque estando cerca de la primera catarata, permite la navegación
sin obstáculos hacia el delta.
3. El valle de los reyes es el tercer
destino de este recorrido, la zona es bien conocida por la diversidad de tumbas
del Imperio Nuevo incluyendo Ramsés o Tutmosis. Es un conjunto muy bien
conservado de tumbas y hoy constituye uno de los mayores atractivos turísticos
del país con alrededor de 2 hectáreas de extensión. En las tumbas es posible
admirar pintura mural bien conservada y arquitectura monumental en piedra.
4. Del banco occidental del río se
cruzará el Nilo hacia la ciudad de Lúxor. Es la antigua Tebas y fue capital del
Imperio durante el Imperio Nuevo aunque la ciudad ya existiese desde periodos
más tempranos. Sus templos son descritos por autores griegos y preserva muchos
de los sitios arqueológicos de interés como el templo de Lúxor o el templo de
Karnak.
5. Ahora el recorrido se dirige al bajo
Egipto, hacia la antigua capital del Imperio antes de que fuese reemplazada por
Tebas, se trata de Menfis, otra ciudad llena de templos y palacios que fue
capital del reino por más de 1.500 años. La zona es de particular interés
histórico pero además presenta una característica geográfica especial: es allí
donde se juntan alto y bajo Egipto. Aun cuando dejó de ser la capital del
Imperio se constituyó como el centro religioso y fue declarada patrimonio por
la UNESCO en 1979. Siendo una ciudad que alcanzó el medio millón de habitantes,
fue una de las ciudades más pobladas de la antigüedad y representa un hito en
el desarrollo del Imperio. La ciudad está muy cerca de Gizah así que además
podrán visitarse las pirámides y la esfinge, símbolos del país.
6. La última parada del viaje se hará
justo en el delta, en la zona costera del Mediterráneo: las ciudades de
Alejandría y Rashid. La primera de estas ciudades es famosa por la enorme
biblioteca que albergó en periodos más tardíos, fundada por Alejandro Magno en
un pequeño puerto. Alejandría constituyó en el último periodo de Egipto el
puerto más importante y una de las ciudades claves de la historia mediterránea.
Fue justo allí que se escribió la primera historia de Egipto y los faraones
hecha por Manetón durante el periodo Heleno. De otro lado, la ciudad de Rashid
fue el lugar donde se encontró la piedra Rosetta en 1799 y que luego daría paso
a toda la investigación formal sobre el Antiguo Egipto.
RUTA EN IMÁGENES
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La ciudad de Asuán aún conserva grandes edificios
de su época como capital del Imperio Egipcio
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El valle de los reyes es
el complejo de tumbas mejor conservado en Egipto con amplias muestras de
pintura mural escritura, líneas dinásticas y mausoleos.
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MAPA DEL RECORRIDO
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Mapa del recorrido: La Fascinación Egipcia |
HISTORIA
Las fronteras actuales de
la nación Egipcia dan pista de la antigua distribución del Imperio que por más
de 3000 años ocupó el valle del Nilo, aún hoy es la principal arteria del país
y explica el río como eje de toda la mentalidad que se ha mantenido a pesar de
los cambios religiosos o los enfrentamientos políticos. El río se presenta como
un personaje esencial en la mitología fundacional de la religión, la
organización urbana y el comercio. En ese sentido, se trata de una sociedad
longitudinal al afluente de sur a norte hacia el Mediterráneo. Demográficamente
se asocia al Antiguo Egipto con los pueblos camitas, pertenecientes a la zona
del Creciente Fértil. Ya para el Periodo Neolítico había zonas de cultivos
cerca al río y se organizaban a través de clanes donde un líder se estructuraba
como cabeza del grupo, para el 6000a.C. se tiene registro de agricultura
organizada y asentamientos de relativo tamaño. Con la producción más eficiente
de los cultivos y la organización de la ganadería, comenzó la formación de dos
bloques, uno en el bajo Egipto y otro en la parte media del río que serán las
formaciones del periodo predinástico y que verá su fin con la unificación del
Imperio alrededor del 3.200a.C. (Roberts, 2005, pp.109).
Con la unificación del
dominio sobre el valle comenzará el periodo dinástico que durará hasta la
influencia grecorromana y que será la base de toda la cronología del Imperio.
El calendario egipcio carece de una fecha referencial y se cuentan los años
basándose en la duración de los reinados; esto representa un eje confuso si se
tiene en cuenta que los datos no son siempre precisos y que hay periodos de
quiebre e inestabilidad. A pesar de eso hay algo de consenso en dividir la
historia egipcia en tres periodos principales: El Imperio Antiguo, el Imperio
Medio y el Imperio Nuevo, que limita con la era cristiana. La primera parte
cuenta hasta la VI dinastía y entre imperios presenta periodos de transición;
de las dinastías VII a XI hay un periodo intermedio que se termina con el
Imperio Medio y la reunificación durante las dinastías XII y XIII, luego el
segundo periodo intermedio abarca incluso hasta la dinastía XVII y el Imperio
Nuevo cuenta hasta la XX. Después de este periodo comienzan periodos más
tardíos que terminarán con el contacto heleno y la transformación de Egipto en
una provincia romana (ver referencias virtuales).
El faraón es el máximo
gobernante y está asociado directamente a la religión en tanto se considera un
ser casi divino. Religión y Política resultan temas inseparables, la religión
es en realidad una explicación absoluta del cosmos y en esa medida es el prisma
máximo para comprender la realidad de los egipcios, el faraón entra en este
esquema de múltiples divinidades y su forma de gobierno resulta coherente con
las mentalidades de sus súbditos. La religión se estructura a partir de un
panteón numerosísimo de dioses al que además se suman los gobernantes después
de su muerte. Si bien existen dioses cósmicos asociados más a mitos
fundacionales y presentes en todo el Imperio, hay dioses locales que se veneran
en zonas específicas y en muchos casos se asocian a ciudades particulares. Esta
complejidad religiosa tendrá además una fuerte carga sincrética al contacto con
otros pueblos y curiosamente llegará a Europa con las invasiones durante el
siglo XIX. El mundo victoriano, por ejemplo, tendrá un interés particular por
la antigua religión egipcia, evidenciada en todos los objetos llevados al Reino
Unido y Francia.
De otro lado, cabe
referenciar la estructura egipcia en términos de población y urbanismo.
Encabezada por el faraón la estructura burocrática egipcia era enorme e incluía
cónsules, visires, recaudadores de impuestos, altos generales, una poderosa
clase sacerdotal, entre otros; había también ciudadanos libres, usualmente
dedicados al servicio de la élite y organizados como campesinos o artesanos.
Finalmente, los esclavos o prisioneros de guerra esclavizados formaban la base
de la pirámide social (Parra, 2009, pp.157). Toda esta compleja organización
social permitió la arquitectura monumental que caracteriza al Antiguo Egipto,
las ciudades se erigen como asentamientos que van a lo largo del río y que
tienen por corazón un entramado de templos y palacios alrededor de los cuales
hay un aglutinamiento de casas de artesanos y esclavos hechas en materiales
muchos más perecederos (barro y madera). Los cultivos se ubican cerca de la
ciudad y bordean en algunos casos, las murallas que la protegen; además, al
complejo palaciego, cabe sumar las zonas de tumbas también caracterizadas por
construcciones de piedra de enorme tamaño que dan a Egipto sus edificios más
célebres: Las pirámides. Construcciones de tumbas inauguradas por el cónsul
Imhotep con la pirámide escalonada. Después de ello en Gizah, estarán las dos
pirámides más famosas, Keops y Kefrén.
El estudio de las culturas
egipcias se inauguró de manera formal en el siglo XIX con la llegada de las
tropas napoleónicas y el saqueo de las primeras tumbas y los sitios
arqueológicos (1798-1801). Sin embargo, fue la piedra Rosetta la que permitió
un verdadero acercamiento a las formas más estrictas de estudio. En 1822 Jean
François Champollion logró descifrar el texto de la piedra gracias a que en la
misma superficie el mensaje está escrito en 3 lenguas diferentes incluyendo
jeroglíficos egipcios, además de griego y demótico. Es gracias a su trabajo que
fundó de manera formal la egiptología.
BIBLIOGRAFÍA
1.
Gimeno,
Daniel. Antiguo Egipto. Sol 90. Barcelona. 2008.
2.
Parra,
José Miguel. Antiguo Egipto: Sociedad, Economía y Política. Marcial Pons
Historia. Madrid. 2009.
3.
Roberts J.M. Historia Antigua. Blume.
Barcelona. 2005
4.
Shaw, Ian. Historia del Antiguo Egipto :
Oxford. La esfera de los libros. Madrid. 2010
5.
Dinastías
del Antiguo Egipto. En: http://www.egipto.com/museo/es/history/dinastias.html
.Consultado 08/10/2014.
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